Bush tiene la pitta descompensada, no es coña, y por eso nos arrastra a la guerra contra Irak, aunque sea de figurantes, con la punta de lanza de Bush y su primo Blair delante y el también primo (aunque algo más lejano y en cierto modo mucho más primo que el británico) Aznar de reserva táctica, eco remoto de aquel inolvidable centinela de occidente venerado por su abuelo.
Ya me estoy yendo por los cerros de Úbeda. Regreso a la pitta de Bush. La pitta es uno de los tres doshas o elementos fundamentales que la sabiduría milenaria del ayurveda indio distingue en el cuerpo humano, de los que depende nuestro equilibrio físico-psíquico. La carencia o exceso de un dosha acarrea desgracias. No es ninguna tontería: el gurú Deepak Chopra analizó a Ernesto de Hannover y diagnosticó la causa de su tendencia a emprenderla a mamporros con periodistas y transeúntes en general: una descompensación de sus doshas. La cosa está en equilibrar el vata, o aire, que nos hace alegres y positivos; el pitta, o fuego, que nos hace locuaces y críticos y el kapha, o tierra, que nos proporciona energía general. El gurú Deepak tiene cola en su consulta, especialmente de actores y gentes de la farándula, entre ellos Demi Moore (nunca sospeché que tuviera el dosha desequilibrado) y Nicole Kidman, a la que también adoro, aunque no sea mi tipo. Sin embargo no tengo noticia de que esté tratando a Wojtyla, ni a Bush, ni a Aznar y cierra España, ni al mismo Sadam Hussein, tan faltos como están de un buen recalibrado de pitta. Mientras tanto me angustio y la amenaza de guerra altera mi equilibrio emocional y no sé si recurrir al ayurveda o al chi-kung. También estoy enganchado al chi-kung, otra milenaria técnica de gimnasia china que combina la acción con la no-acción y equilibra movimiento y quietud. No es broma: hace un par de años me curó de una adicción a los anacardos. Entonces le escribí a Aznar una carta con todos los detalles a ver si introducía algo de chi-kung en su tabla de gimnasia, pero no me ha contestado. Parece mentira, pero en cuatro movimientos de chi-kung se puede transmutar la ira en un sentimiento de paz.
En fin, seamos positivos. Los fabricantes de armas y los petroleros se van a forrar y alguna migajilla nos caerá a los que quedamos a este lado de la delgada línea roja. Mientras tanto más vale que los sensibles practiquemos ayurveda y chi-kung, o tai´chi, qué más da, el caso es consolarse. Y esperar a las urnas.