CUESTIONARIO A JUAN ESLAVA GALÁN

-Sr. Eslava, conocí su obra a partir de que ganara el premio Planeta. ¿Cuál fue su trayectoria cono escritor anteriormente? Es penoso que a un gran escritor haya que conocerlo por un premio, pero, ¿es eso lo que conduce a presentarse a un novelista?, o, por el contrario, ¿es el dinero del premio que le permite tener un sustento económico para escribir sin restricciones, lo que le motiva?

Mis primeros pinitos literarios los hice con trece años, escribiendo poesía; después escribí cuentos y finalmente, a los 22, creo recordar, mi primera novela. En España es difícil que un novelista se abra camino si no es ganando premios que aparejen la publicación de su novela, aunque hay notables excepciones (Muñoz Molina). Si es mucho, el dinero del premio permite comprar tiempo para escribir lo que uno quiere.

-¿Podría hablarnos de la tertulia “El lagarto Bachiller”?

– La tertulia El Lagarto Bachiller era un grupo literario de Jaén al que pertenecí en mi adolescencia. Eramos una especie de misioneros culturales que recorríamos los pueblos recitando y hablando de arte y de literatura.

-¿Por qué otra historia de la Guerra Civil?

Supongo que porque están saliendo al mercado historias parciales o francamente manipuladas que no me satisfacen. En Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie (que, por cierto, está gustando, ya que escala puestos cada semana en la lista de los más vendidos) he intentado escribir una historia imparcial que se lea como una novela. Me sentiría feliz si contribuyera a que las nuevas generaciones superen los odios heredados de sus abuelos.

-Desearía saber si tiene alguna relación con Wilcox…el de la Trilogía Templaria (La Lápida Templaria etc)…hay demasiados paralelismos… Por cierto, enhorabuena por todos los excelentes libros, empezando por el ya histórico En busca del unicornio, pasando por La Mulay siguiendo por el libro fantástico de dragones y templarios. Sigue haciéndonos disfrutar.

Pues sí, no tengo más remedio que admitir que Wilcox y yo somos la misma persona, un caso notable de desdoblamiento de personalidad como se manifiesta en el hecho de que en su último libro (Los templarios y la Mesa de Salomón) casi lleguemos a las manos por divergencias de carácter y de pensamiento.

-¿Acaso alguna historia de la guerra civil gusta a alguien? ya es hora de que alguien apriete las tuercas a ambos bandos… Ana Villate, Castro Urdiales

Bueno, si lo dices por el título se lo debo a mi amigo Arturo Pérez-Reverte, como explico en la primera página del libro. He intentado escribirlo contando las cosas como pasaron y, sí, cada bando tiene algunos motivos para avergonzarse.

-¿Se puede decir que la guerra comienza realmente en el momento en que los anarquistas tienen mayor poder de decisión en las instituciones de la República y sus prisas por hacer grandes cambios?

-Es muy aventurado pensar que toda la culpa la tuvieron los anarquistas. Es cierto que a lo largo de los años precedentes se manifestaron bastante ingobernables y mantuvieron una actitud rebelde. Les parecía que el programa reformista de la República se quedaba corto y aspiraban a hacer una revolución como la de Rusia. Esto, claro es, le suministró munición a los golpistas, les dio razones para justificar su rebelión.

-¿Cómo ha hecho usted para equilibrar la balanza sin ofender a nadie ni que le veten? (a lo mejor me equivoco, pero si lo entrevistan en la COPE y también en Lo + Plus, seguro que ha sido equilibrado).Gracias.

-He procurado ser equilibrado, pero eso no quiere decir que lo que digo le guste a todos. Estoy recibiendo algunas cartas sobre mi libro: un 70% aproximadamente lo alaban; un 20% lo admiten con reservas y el 10 % restante me insultan o me amenazan, con claro predominio de las de derechas sobre las de izquierdas.

-Juan ¿que fue para ti, en aquel tiempo, la Guerra Civil?
-Un acto de locura colectiva al que se vieron arrastrados los españoles por culpa de la ambición personal de unos pocos. Una guerra perfectamente evitable.

-He leído y oído diferentes versiones sobre los sucesos de Paracuellos. No lo tengo nada claro. Me gustaría saber su opinión sobre los hechos. Manu de San Sebastián.

-En mi libro lo explico con algún detenimiento. Los nacionales estaban a las puertas de Madrid; las cárceles, situadas a las afueras, estaban atestadas de presos derechistas a los que las tropas de Franco podrían liberar si avanzaban unos pocos kilómetros. En esta tesitura los responsables del Orden Público permitieron una saca de presos, miles de ellos, que fueron transportados en autobuses urbanos hasta el pueblo de Paracuellos y fusilados al borde de fosas comunes. Sobre la responsabilidad de Carrillo prefiero remitir al lector a mi libro.

-Hola: Me parece que conoces de algo a Nicholas Wilcox ¿Terminarás convenciéndolo de que el lagarto de la Malena era, en realidad, un dragón que custodiaba el acceso a la gruta de la Mesa de Salomón?

Tú lo has dicho, aunque Nicholas Wilcox nunca se ha manifestado. Te aconsejo que leas mi novela Guadalquivir.

-No hace mucho que leí «Historia de España contada para escépticos» y la verdad es que a un buen escéptico como yo no le es fácil digerir la parte final en la que relatas como el «Gran Hermano» se encargó de dirigir la transición. Me pierdo. ¿Dónde puedo leer más información referente a esa teoría? Porque no nos engañemos, el resto del libro es histórico y está relatado de un modo genial, pero ese final… Un saludo. Daniel Torres.

-Tengo un libro, publicado en Espasa hace unos diez años, La España de las Libertades. En ese aclaro más lo que creo que ocurrió. El Gran Hermano al que me refiero es, claro está, USA y las democracias occidentales, en especial Alemania.