El Planeta de 1987, con En busca del unicornio, le consagró. Publica ahora Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. La contienda vista por un oficial de la secretaria de Presidencia y su primo. Al oficial le fusilaron, el primo murió jubilado en 1986 en su apartamento de Benidorm.

IGNACIO AMESTOY
PREGUNTA.- Especialista en novela histórica, ¿le ha costado hincarle el diente a la Guerra Civil?
RESPUESTA.- No especialmente, porque es un tema que me ha interesado desde mi adolescencia. Lo difícil es navegar entre tanta información sesgada, tanta propaganda y tantos rincones todavía oscuros.
P.- Con Señorita, Premio Fernando Lara del 98, había tocado el tema: un piloto de la Condor, de los Stuka, se enamora de una izquierdista española.
R.- Aquello fue una novela de amor y de guerra ambientada en la Guerra Civil y en la Mundial. No obstante, procuré que el tratamiento fuera lo más fidedigno posible, dentro de las licencias que consiente la novela. Mi siguiente novela de la Guerra Civil, La Mula, la historia cierta de un cabo acemilero y su mula, es probable que se lleve al cine.
P.- Desde el ensayo, con El sexo de nuestros padres, había recorrido la historia de España desde la República hasta la Transición.
R.-En ese ensayo intenté indagar sobre las causas de la tremenda represión sexual en la que transcurrió la infancia y la adolescencia de mi generación.
P.- Por cierto, le gusta llamar Transacción a la Transición.
R.- Franco decidió que lo sucedería una monarquía, pero hay un principio del derecho romano que dice que nadie puede ceder lo que no tiene. El no tenía la legitimidad, luego una transición hubiera pasado por llamar a los españoles a las urnas para que decidieran si querían República o Monarquía. En su lugar hubo transacción, o sea componenda entre partidos, un cierre en falso del que quizá algún día nos arrepentiremos.
P.- Una historia de la Guerra Civil que no gustará a nadie se lee como una novela. Una novela trágica. Oiga, que a mí me ha gustado.
R.-Parece que le está gustando a mucha gente. Lleva varias semanas escalando puestos en la lista de los libros más vendidos. Estoy doblemente satisfecho porque significa también que los lectores aprecian mi esfuerzo por la objetividad.
P.- Madrid en el principio y en el final de la Guerra Civil. Alfa y omega.
R.-Madrid era la clave. El golpe de estado fracasa porque Mola no consigue llegar a Madrid y la guerra se prolonga porque Madrid resiste, aunque la República la tiene perdida desde el primer día.
P.- Su no-novela llega en un momento singular. Parece que lo de las dos Españas algunos quieren que se repita.
R.- Hay que evitar que se infecte esa herida que debería estar cicatrizada. Lo que ocurre es que hay gente interesada en despertar rencores.
P.- ¿Las condiciones no son las mismas?
R.-En aquella España había casi un cuarenta por ciento de analfabetos y las diferencias sociales eran espantosas. La de hoy es muy distinta.
P.- Usted, andaluz, vive en Sevilla, ¿cómo se ve Madrid desde Andalucía?
R.- La capital natural de las Españas. A mí me gusta Madrid, como me gustan Barcelona y Bilbao, cada una por diferentes motivos.
P.- Nace en Arjona, Jaén, en 1948. Filología Inglesa en Granada; Historia Medieval, en Bristol y Birmingham. Catedrático y novelista, en Sevilla.
R.-En Bristol y Birmingham estudié más literatura y lengua. Al regreso hice una tesis doctoral en historia medieval y empecé a escribir novelas.
P.- En cuanto perezca la generación del franquismo, ha dicho usted, todos europeos. ¿Se acabará de verdad el franquismo?
R.-La generación del franquismo está acabada. Esos que intentan mantener viva una memoria que debería superarse son cuatro gatos seniles y dos alevines desorientados.
P.- La Guerra Civil. El asesinato de Calvo Sotelo, en Madrid, el origen.
R.-El pretexto. El golpe se hubiera producido de todos modos unos días más tarde.
P.- El alzamiento fracasa en Madrid.
R.-Eso ya lo había previsto Mola, pero contaba con tomar Madrid a los pocos días con las tropas del Norte y la quinta columna.
P.- En la madrileña iglesia de San José, usted cuenta como visten de miliciano, mono azul y pistola, al Niño de la Bola.
R.- Se cometieron muchas barbaridades en aquellos días, y esa no fue la mayor.
P.- El 18 de julio Antonio Machado está en Madrid y Manuel en Burgos. Manuel, “más liberal, rebelde y republicano”, se pasará al Movimiento.
R.-A Manuel lo sorprendió la guerra en Avila, visitando a una tía monja. Como centenares de miles de españoles tuvo que reconvertir su ideología de la moche a la mañana a la de la zona donde le había tocado porque de lo contrario su vida peligraba.
P.- El 30 de julio, el manifiesto de Bergamín, al lado del Gobierno, que firman Ortega, Pidal, Marañón… Meses después Ortega…
R.-A muchos intelectuales republicanos los asquearon los excesos revolucionarios de los primeros meses, que comenzaron en cuanto el Gobierno armó a las masas: “No es esto, no es esto…” Y masivamente abandonaron la República a su suerte.
P.- En las dos Españas, los paseos.
R.-Se desencadenó la entraña cainita que llevamos dentro los humanos (no sólo los españoles: recordemos a la antigua Yugoslavia)
P.- Prieto, ante los paseos de la otra zona: “¡No los imitéis!”
R.-Prieto fue una de las voces que clamaron en el desierto para detener la sinrazón y la matanza. Un hombre de inteligencia privilegiada.
P.-“En Madrid hasta siete mil fugitivos derechistas se acogen a las embajadas”.
R.-Y así escaparon de la caza del fascista que se había desencadenado. Cuando los nacionales tomaron Madrid, entraron en las embajadas y se llevaron a culatazos a los refugiados republicanos. Un tratamiento algo distinto…
P.- Mola quiso conquistar Madrid y liquidar la guerra en pocos días, pero…
R.-No alcanzó a tiempo los puertos de Navacerrada, donde los esperaban las milicias. Por otra parte, andaba escaso de munición…
P.- Franco, no piensa como Mola. Primero, a Badajoz.
R.-¿Fue torpeza no dirigirse a Madrid por el camino más corto, a través de Despeñaperros, o fue cálculo porque cuanto más se prolongara la guerra más se afianzaba en su caudillaje?
P.- Después, en vez de Madrid, Toledo. ¡El Alcázar!
R.-Un golpe propagandístico de primera magnitud que le valió el inmediato nombramiento de Generalísimo.
P.- Franco, un adelantado de la imagen.
R.-Sin duda, con sus acólito Millán Astray y la cohorte turiferaria de Giménez Caballero, Pemán , etc. El Führer y el Duce de España.
P.- A propósito de imagen. Dice que la histórica foto de Capa es falsa.
R.- Yo creo demostrar en mi libro que la foto es un “posado”, si se estudian todas las fotos del mismo carrete. Pero falsa y todo sigue siendo uno de los grandes iconos del siglo XX.
P.- ¿Los rebeldes al principio tenían fuerzas como para conquistar Madrid?
R.-Si hubiesen llegado quince días antes, quizá lo hubieran tomado casi por sorpresa, pero al desviarse hacia Toledo perdieron un tiempo precioso y ampliaron el frente excesivamente por el sur.
P.- Luego, todos se rearman. Y los republicanos, además, se disciplinan.
R.- Franco se rearma mucho más y más oportunamente. Y, efectivamente, la República termina con las milicias indisciplinadas y establece a trancas y barrancas un Ejército Popular.
P.- Franco y Pasionaria en 1936 un grito, dice usted: “Una España española”.
R.-Los dos coincidieron en esa expresión.
P.- Lo de Unamuno en Salamanca, con lo vasco y lo catalán al ruedo.
R.-Unamuno, hombre de orden, al principio de la guerra creyó que el golpe venía a salvar a la República de los revolucionarios que atentaban contra ella. Luego vio que sólo era una maniobra de la oligarquía incapaz de ceder parte de sus privilegios para introducir las reformas sociales necesarias.
P.- De Madrid sale “el oro de Moscú”.
R.- Se gastó cumplidamente en carros, aviones y pertrechos.
P.- El Gobierno deja Madrid. Miaja, a “defender Madrid con dos cojones”.
R.-Es natural que el Gobierno se pusiera a salvo, aunque lo hizo con tal precipitación que pareció un acto de cobardía. Y Miaja, que era un general mediocre, le echó corazón a la defensa de la ciudad que el Gobierno creía perdida. Es la gran epopeya de los madrileños.
P.- En Paracuellos 2.400 “ejecuciones sumarias”. Usted se pregunta si Carrillo tuvo alguna responsabilidad.
R.-Carrillo, casi un mozalbete, tenía la tremenda responsabilidad de Orden Público y cárceles cuando ocurrieron aquellos asesinatos masivos. Él dice que no se enteró…
P.- Cerco a Madrid. La Gran Vía, Avenida de los Obuses. El Clínico.
R.- Es el gran episodio de la Guerra: la ciudad heroica, como Stalingrado y algunas otras que vendrían después.
P.- Durruti fracasa en Madrid en cuatro días. Y muere en el Hotel Ritz.
R.-Los anarquistas llegados de Aragón se toparon con un frente al que no estaban acostumbrados y regresaron rabo entre piernas, desarmados, y con su líder muerto de la manera más tonta.
P.- Franco se irá quedando solo: Sanjurjo, Goded, Mola, José Antonio…
R.-La baraka, la suerte moruna, que lo acompañó toda su vida permitió que todos los que podían hacerle sombra fueran muriendo.
P.- ¡Vicente Rojo, un católico, el cerebro militar de los republicanos!
R.-Una de las muchas paradojas de la guerra. Luego los vencedores no supieron estar a la altura de estos hombres de honor que se mantuvieron con la República, a veces en contra de sus íntimas convicciones.
P.- ¿Es verdad que los italianos eran los que más ligaban?
R.-Vestían mejor y tenían el verbo fácil…
P.- ¿Las pipas de girasol tostadas con sal las traen los rusos?
R.- Los hambrientos madrileños los imitaron y descubrieron que mitigaban el hambre.
P.- En Madrid, ciudad de los gatos, no queda un felino vivo.
R.- Hasta los años cincuenta se hicieron estupendos arroces con liebre.
P.- El fracaso en Madrid lleva a Franco hacia el norte.
R.- Aquella campaña, más fácil, sirvió para reverdecer los laureles que había marchitado la defensa de Madrid.
P.- El Ebro y, luego, Barcelona. El teniente Mingote en el Tibidabo.
R.-El gran Mingote y su asistente, las primeras fuerzas nacionales que cruzaron Barcelona la víspera de la entrada triunfal de Yagüe.
P.- Sus dos protagonistas Bernardo Afán y su primo Anselmo, ya dan por perdida la guerra. Anselmo le pide que le haga un nudo en una corbata…
R.-Muchos españoles tuvieron que reciclarse rápidamente para hacerse pasar por afectos al bando nacional. Algunos, lo consiguieron; otros, acabaron en el paredón
P.- Fusilarán a Bernardo y Anselmo morirá en Benidorm jubilado en 1986.
R.- El reparto de las responsabilidades, de las culpas y de las desgracias como siempre injusto: la propia vida.
P.- Los nacionales entran en Madrid por Cea Bermúdez y por el puente de Toledo. Unión Radio, dice: “Españoles: Madrid ya es de Franco”.
R.- Ya hacía días que el frente había desaparecido y lo que la gente quería era acabar de una vez.
P.- Antonio Tovar corrige el estilo del parte que lee Fernández de Córdoba.
R.- Al Caudillo le fallaba algo la ortografía.
P.- ¡Mucha ironía en su no-novela!
R.- Lo justo, esa pincelada de humor negro que parece consustancial a los españoles en los momentos más serios.
P.- Oiga, ¿dónde habrá unicornios?
R.- Hay que buscarlos aunque no los haya. Son la materia de nuestros sueños.